EL GALLO


Domingo, en la mañana. Entonces subo al bus tratando de dejar la rutina diaria, pero ¡que sorpresa!, se aprovechan de mi, y entonces pago un quetzal mas, sin decir nada pues el trabajo obliga, procedo a sentarme y disfrutar el viaje, aunque después de una noche de desvelo no me queda más que forzar los párpado.


Algunos se resisten, pequeña confrontación. Un quetzal no es nada, pero se aprovechan…


Como contorsionistas logran agarrarse de algo o alguien, para poder llegar hacia un espacio “decente”, si puede llamarse así, un lugar donde puedan disfrutar el viaje.


Un personaje llama mi atención bruscamente, pretende venderme salvación a través de una barra dulce, ahora comprendo que me serviría el quetzal. No sé como logra distribuir la mercancía en manos de cada persona sin perder el equilibrio. ¡Que gran habilidad!, no se si yo podría utilizar de esa forma mi voz; hambrientos de atención, me piden no voltear el rostro, ¡no ignorar!, Por favor no ignorar...


Bajo el rostro y mi mente se desconcentra, ¡un animal blanco con cresta roja!, entonces me pregunto si estoy en el bus correcto hacia el destino correcto, si lo estoy, pero parece que es él quien no esta en su lugar.


Un olor a cebolla y verduras mezcladas en el ambiente, como un jugo d olores que se mezcla en el aire y lo saboreo con mi olfato.


Al final de mi camino el animal me ve con intriga, sin saber a donde va, pero con certeza de que no volverá, intrincando mis pensamientos, y entonces pienso, mi destino es el mismo, pero peor aun. Porque no se donde estoy.

posted under |

1 comentario:

Rojo dijo...

Me gusta el texto, la parte narrativa podria mejorarse, pero me quedo con esa especie de drama,que da risa:
"Al final de mi camino el animal me ve con intriga, sin saber a donde va, pero con certeza de que no volverá"

Entrada más reciente Entrada antigua Inicio

Followers


Recent Comments