21
Me bastaron siete veranos para comprender que me gusta el invierno.
Once para creer lo del príncipe azul
Dieciséis para descubrir que no es real
Diecisiete para cometer un error que me enseño
Dieciocho para ser infiel
Veinte para querer (el príncipe no era azul)
Y veintiuno para empezar.
4 comentarios:
en tu poesia hay mucha cotidianidad, autoconocimiento y sinceridad...lo que difiero es el instinto....por razones personales, no me gusta, siendo mas critico la metafora de las temporadas esta bien planteada aunque ya muy quemada.
La del invierno me gusto... aunq yo prefiero el verano. ¿Porque resaltaba tanto el número 21? jaja.
Pues dejando lo quemado el trabajo se nota y la fluidez del texto te lleva a leerlo completo
Aunque no te conozca mucho de nota la trascendencia de esta edad en tu vida
es de las poquitas cosas tuyas (por no decir la unica) que parece tener forma...
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